jueves, 15 de abril de 2010

BADIA DEL VALLES..- REFLEXIÓN Y ESPERANZA

YO TAMBIÉN COMO HUMANO, PUEDO TENER UNA ENFERMEDAD MENTAL O FÍSICA, PERO... CON MI ESFUERZO, LA AYUDA DE MI FAMILIA Y LA ACEPTACIÓN Y RESPETO DE LA SOCIEDAD, PUEDO MEJORAR MI CALIDAD DE VIDA Y LA DE MI FAMILIA, E INCLUSO...SANAR O MINORAR EN PARTE MI ENFERMEDAD.


En general,cuando hablamos o pensamos en enfermedades mentales, las vemos como irreversibles, intratables, sin solución, tabú, etc., y si nos afectan de forma directa o a nuestra familia, en ocasiones, intentamos ocultarlas por una serie de prejuicios y perjuicios que más que ayudarnos en imagen y prestigio nos inducen a recluirnos en el estrecho círculo del enfermo y su entorno limitando de forma muy importante las posibilidades de mejora de la enfermedad, en detrimento de la calidad de vida del enfermo, de su familia y su entorno y las posibilidades de recuperación y mejora de la misma.
ES MUY IMPORTANTE:
Trabajar para que el enfermo tenga conciencia de la enfermedad y la acepte... poco a poco, con esperanza,ternura,cercanía y con paciencia. Cualquier avance, por pequeño que sea, será un logro.
Asumir ante la sociedad, por parte de la familia y si es posible del enfermo, la existencia de la enfermedad. No es niguna vergüenza, todos podemos en nuestra vida tener una enfermedad mental al igual que física, y en estas mentales tenemos que conseguir concienciarnos y considerarlas normales como otras: artrosis, asma, reuma, etc. La transmisión de la familia al enfermo y resto de la sociedad favorecerá la asunción de conciencia de la ésta por todos, y en especial en el enfermo, que aceptará mejor la medicación, tratamientos, terápias,etc., avanzando y animándolo en su mejora.
Defender la normalidad de la enfermedad, todos estamos expuestos sin perjuicio de la terápia y tratamiento individual, propiciando que la sociedad tenga conciencia y acepte de forma normal la convivencia con los afectados y que ellos no se sientan discriminados ni distintos, sino aceptados, comprendidos y apoyados, lo que propiciará su integración a la sociedad, no su rechazo y temor a esta como desgraciamente se prodiga. ¡ERRADICAR EL ESTIGMA SOCIAL!.
Además del apoyo moral, para aumentar la calidad de vida de familiares y enfermos, deberíamos trabajar intensamente, unidos, cuantos más mejor, sin perjuicio de respetar la individualidad de cada caso, en conocer los recursos y medios existentes y en gestionar estos recursos en beneficio de los enfermos y familias, asegurando en la mayor medida su futuro cuando los ascendientes y familiares directos falten. No se puede cuantificar el sufrimiento, la pena y la incertidumbre de las personas mayores o enfermas que saben que no estarán siempre y que cuando ellos falten, sus hijos discapacitados, disminuidos o enfermos quedarán sin la atención que ellos ahora les dan... y no ven soluciones, medios ni recursos de prevención al efecto a corto, medio y largo plazo.
¡ ESTAMOS MUY LEJOS SOCIALMENTE DE PODER DAR SOLUCIÓN Y SEGURIDAD A ESTAS PERSONAS ENFERMAS Y SUS FAMILIAS!, QUEDA MUCHO TRABAJO POR HACER, NECESITAN NUESTRA AYUDA DE FORMA MUY IMPORTANTE!
Francesc Martínez